Como el diablo destruye la familia

Vida y  Relaciones

Como el diablo destruye la familia

Hay tres estrategias principales que Satanás tiene para acabar con los hombres – y con toda su familia.

Dios ha creado al hombre para ser líderes espirituales en el hogar, sin embargo, muchos hombres no hacen el trabajo. Aquí hay tres estrategias principales que Satanás usa para acabar con los hombres – y con toda su familia.

Estrategia # 1: Romper la relación de un esposo con su esposa

La relación más importante en el hogar es la relación del hombre con su mujer. Algunos hombres pasan por alto a sus esposas y anteponen a sus puestos de trabajo, los niños, o los deportes. Pero Dios llama a los hombres a que amen a sus esposas como Cristo ama a la iglesia.

Efesios 5:25 Para los maridos, eso significa: ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la iglesia. Él entregó su vida por ella.

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Estrategia # 2: Romper la relación de un padre con sus hijos

En nuestra cultura, los hombres están manifiestamente ausente del hogar. Los hombres tienen que intencionalmente pasar tiempo con sus hijos, transfiriéndoles los valores a través de la mentoría. Si los hombres no guían espiritualmente, no sucederá como Dios lo quiere.

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Estrategia # 3: Romper la relación de un hombre con Jesús

Si los hombres no tienen su relación con Dios correctamente, no habrá nada que derramar en sus relaciones con la esposa y los niños. Es por eso que la mentoría y los grupos de conexión para hombres son tan importantes. Desarrolla los hábitos de la oración, la lectura de la Palabra de Dios, y la mentoría a otros para fortalecer tu relación con Dios.

Proverbios 27:17 Como el hierro se afila con hierro,  así un amigo se afila con su amigo.

No es demasiado tarde para que los hombres se responsabilicen y empiece a ir al punto. Haz un compromiso nuevo  para conectarte con Dios, tus hijos y tu esposa – y neutralizar la estrategia del enemigo para derribarte y alejarte de tu hogar.

Preguntas para comentar:

  1. Preparación: Ver el video juntos o invita a alguien para resumir el tema.
  2. ¿Cuál es tu reacción inicial al video/artículo? ¿Está de acuerdo con alguna parte? ¿Qué  saltó a la vista?
  3. ¿Qué tan conectado estaba tu padre a tu madre? ¿A sus hijos? ¿A Dios? ¿Qué efecto tuvo sobre la familia o en su liderazgo?
  4. Lee Efesios 5:25. ¿Cuáles son algunas formas en las que la relación con tu esposa se ha debilitado en los últimos años? ¿Cómo pasó? ¿Qué puedes hacer al respecto?
  5. ¿Con qué frecuencia hablas (o hablabas) con tus hijos sobre las cosas significativas? ¿Cuáles son algunos de los temas que te gustaría cubrir? ¿Qué dificulta tener esas conversaciones significativas?
  6. “Si los hombres no lideran espiritualmente, no sucederá.” ¿Estás de acuerdo o en desacuerdo? Explica.
  7. En una escala del 1-10, califica tu vida de oración. ¿Y de tu tiempo con Dios en la Biblia? ¿Cómo crees que tener mejores hábitos en estas áreas podrían cambiar tu liderazgo en el hogar?
  8. ¿Alguna vez has considerado mentorear a alguien más (además de tus hijos)? ¿A quién podrías mentorear? ¿Qué temas tocarían? ¿Cómo esa experiencia moldearía tu propio crecimiento espiritual?
  9. Llévatelo: Escribe una medida de acción personal basada en esta conversación.

ENLACES Y DESCARGAS

  • [Descargar: el artículo (en pdf)]

“Nosotros, la Primera Presidencia y el Consejo de los Doce Apóstoles, de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, solemnemente proclamamos que el matrimonio entre el hombre y la mujer es ordenado por Dios y que la familia es la parte central del plan del Creador para el destino eterno de Sus hijos.”1

Los esfuerzos por destruir a la familia

La familia, la institución más fundamental de la sociedad, está siendo atacada por todos los flancos. El adulterio, el divorcio, la cohabitación, el maltrato de los hijos y del cónyuge, la homosexualidad, el aborto, los embarazos de las adolescentes, la pornografía, los hijos desobedientes, los problemas económicos y una incipiente aversión por parte de los matrimonios a tener y criar hijos constituyen una prueba cada vez más evidente de que el adversario comprende muy bien el papel fundamental que desempeña la familia en el destino de los hijos de Dios.

“Por la importancia que tiene la familia en el plan eterno de la felicidad”, dijo el élder Robert D. Hales, del Quórum de los Doce Apóstoles, “Satanás lucha con [denuedo] por destruir la santidad del hogar, por restarle significado a la función del hombre y de la mujer en la sociedad, por incitar a la depravación moral y a las violaciones de la ley de castidad y por convencer a los padres de que no tienen por qué dar [máxima] prioridad a su función de tener hijos y criarlos”2.

Aun en tales circunstancias, no debemos temer, pues Dios está con nosotros. Al final el bien vencerá al mal; sin embargo, de momento debemos ocupar nuestro puesto en el frente de esta guerra que comenzó en el mundo preterrenal y hacer todo lo que podamos para preservar y proteger la santidad de la familia.

El matrimonio es ordenado por Dios

Lo primero que podemos y debemos hacer es prepararnos nosotros mismos y preparar a nuestros hijos para recibir las ordenanzas del templo que sellan a las familias por la eternidad. El élder Bruce R. McConkie (1915–1985), del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó: “Desde el momento en que nacemos en esta tierra, hasta el momento en que nos casamos en el templo, todo lo que tenemos en el sistema del Evangelio tiene como fin prepararnos y calificarnos para entrar en este sagrado orden del matrimonio que nos une como marido y mujer en esta vida y en el mundo venidero. No hay nada en este mundo que sea tan importante como la creación y el perfeccionamiento de las unidades familiares”3.

El matrimonio en el templo es el comienzo de una nueva entidad que puede durar para siempre: la familia eterna. Por consiguiente, es de suma importancia que ambos cónyuges observen los convenios que conciertan en la casa del Señor. El presidente Joseph Fielding Smith (1876–1972) dijo: “El matrimonio de acuerdo con la ley de la Iglesia es la ordenanza más santa y sagrada. Traerá a marido y mujer, si permanecen en sus convenios, la plenitud de la exaltación en el reino de Dios”4.

La salvación eterna: un asunto familiar

“La plenitud de la salvación eterna es una cuestión familiar”, dijo el élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles. “El plan del Evangelio surgió en el concilio de una familia eterna, se lleva a cabo en nuestras familias terrenales y tiene su destino en nuestras familias eternas”5.

“El nacer en una familia fue la manera que Dios escogió para enviar a Sus hijos espirituales a la tierra. El matrimonio y las relaciones familiares constituyen el medio que Él ha preparado para lograr Sus propósitos. No aprendemos las lecciones de la vida en un entorno edénico, sino en un contexto en el que enfrentamos retos, oposición, pruebas y tentaciones (véase 2 Nefi 2:11)”6. Es por ello que no debemos temer los problemas de nuestros días, sino verlos como un entorno en el cual la fe se puede fortalecer y la obediencia refinarse. Como observó el élder Joe J. Christensen, ex miembro de la Presidencia de los Setenta: “¿A cuántas personas excepcionales conocen que nunca hayan tenido un problema?”7.

La familia es la estructura de apoyo principal del plan de Dios para ayudarnos a resistir el mal, vencer las debilidades y labrar nuestra salvación; por ello, debemos hacer todo lo posible por fortalecerla en estos días de confusión y oposición.

La esperanza en un mundo en decadencia

Dado que Satanás y sus emisarios trabajan para destruir a la familia, muchos son los que pierden de vista las dichas y las bendiciones que puede ofrecer una familia fuerte y amorosa. En medio de esta creciente penumbra, las enseñanzas y las ordenanzas del Evangelio restaurado brillan como un singular faro de esperanza. Al edificar a nuestra familia sobre el firme cimiento del Evangelio, nuestra luz brillará más y más y atraerá a los que buscan la esperanza y la felicidad en un mundo que se está deteriorando y que no ofrece ni una ni otra.

¿Cómo se llama el demonio qué destruye la familia?

En el Libro de Tobit, Asmodeo se enamora de Sara, hija de Raquel, y cada vez que aquella contrae matrimonio, mata al marido durante la noche de bodas. Así llega a matar a siete hombres, impidiendo que consumen el matrimonio.

¿Qué lugar ocupa la familia en el plan de Dios?

La familia ocupa un lugar fundamental en el plan de Dios, el cual proporciona el medio para que las relaciones familiares se extiendan más allá de la tumba. Observar fielmente las sagradas ordenanzas y los convenios del templo nos ayuda a regresar a la presencia de Dios unidos eternamente a nuestra familia.

¿Qué dice la Biblia de la familia?

La familia está en el centro del plan de Dios para la felicidad y el progreso de Sus hijos. La Santa Biblia enseña que Dios estableció a las familias desde el principio y nos muestra muchos ejemplos de familias fuertes. También nos enseña la manera de tener una familia amorosa y feliz.

¿Qué quiere Dios acerca de la familia?

Las familias son fundamentales en el plan de Dios. Dios tiene un plan para cada uno de nosotros y nos ha dado una familia para bendecir nuestras vidas. Las familias juegan un papel central en ayudarnos a encontrar alegría, propósito y esperanza en que nuestros lazos familiares perduran más allá de esta vida.